El carbón sometido a una presión y calor extremos de forma continuada en el tiempo se transforma en una forma cristalina, que gracias a un adecuado trabajo de talla y pulido, convierte un pedazo de roca sin valor, en una valiosa piedra preciosa. Si cambiamos presión por esfuerzo, calor por ayuda y guía, y mantenemos la constancia en el tiempo, podemos explicar el paso de una persona con potencial a una persona con rendimiento excelente.
Mujeres&Cía. Leer artículo
sábado, 21 de noviembre de 2009
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